La razón por la que brindamos antes de beber es…

Chocar las copas antes de beber el vino es una de esas tradiciones que hacemos casi sin pensar. Algunos afirman que fue originalmente pensado para expulsar a los demonios. Otros creen que la idea era derramar un poco de vino en el vaso del contrario para que así no pudiera envenenarle sin antes arriesgarse a morir él mismo.

Estas teorías son tan curiosas como falsas. La razón real parece mucho más sencilla. Antes de que se inventara el tintineo, un brindis implicaba cuatro sentidos: el tacto, el gusto, la vista y el olfato. De este modo, el oído quedaba fuera de la ecuación. Pero, a medida que la fabricación de vasos de vino se transformó en un arte, la gente comenzó a apreciar el fino sonido que se generaba con el ligero choque entre copas, incorporando esta rutina dentro del brindis en las celebraciones.